La Reina Ginebra

Era
la hija del rey Leodegrance que gobernaba
las tierras de Cameliard. El
rey Arturo envió a Lancelot a que la
trajera a Camelot (ciudad que más tarde se
llamaría Winchester) para casarse con
ella, y en este primer viaje juntos ambos
se enamoraron.En cuanto llegaron a Camelot Arturo y
Ginebra se casaron, y Ginebra se convirtió
en el centro de la corte.
Tuvo en general buenas relaciones con su
esposo. Pero con Morgana se enemistó
porque Ginebra expulsó de la corte a
Lamorac, que era el amante de Morgana.
Morgana guardará siempre rencor hacia la
reina y se lo transmitirá a sus hijos.
El amor que Lanzarote y Ginebra sintieron
duraría hasta la muerte de ambos. Este
amor fuera del matrimonio es muy
comprensible para un lector de la Edad
Media. Es propio de una época en la que
los matrimonios se celebraban en muchas
ocasiones por motivos económicos o
políticos, y en los que el amor no siempre
surgía entre los casados. Nos estamos refiriendo al llamado Amor
Cortés, en el que la dama era considerada
un objeto de culto.
Se la adoraba,
regalaba, incluso cuando el adorador era
capaz, se le hacían versos o canciones que
alababan su belleza. Hasta
aquí lo permitido, pasar de aquí era ya
enfrentarse con las normas eclesiásticas y
sociales.El problema para ambos fue que
pasaron este límite, y los enemigos de
Arturo aprovecharon esta relación, para
fraguar la acusación de adulterio y
conspiración contra el reino que lanzaron
sobre Lancelot y Ginebra. Esto llevó a una
condena de muerte para la reina y una
orden de expulsión del reino para
Lancelot.
Lancelot no podía permitir la muerte de
Ginebra y al intentar salvarla, mató a dos
de los hijos de Morgana, lo que derivó en
guerra abierta y supuso al final, la
muerte de todos los caballeros de la Tabla
Redonda.
Ginebra recibió la noticia de la muerte de
Arturo y de todos los caballeros de la
Tabla Redonda, cuando estaba en la torre
de Londres, donde voluntariamente se había
encerrado para no caer en las manos de
Mordred. Vistió ropas de luto y ordenó a
sus damas que hicieran lo mismo. Se
dirigió a Amesbury, en Wilshire, donde
había un convento en el que la reina había
decidido tomar los hábitos, y pasar el
resto de su vida de forma anónima. Años
después sería elegida superiora del
convento.
En el convento tuvo una última entrevista
con sir Lancelot, nunca mas se verían.
Lancelot abandonó la vida de caballero y
se convirtió en ermitaño. Años más tarde Lancelot tuvo un sueño,
donde un ángel se le apareció y le dijo
que debía fabricar un féretro, ponerle
ruedas y dirigirse con él a Amesbury donde
encontraría muerta a la reina.
Así
lo hizo, recogió el cadáver de Ginebra y
lo llevó a enterrar junto al de Arturo.
Adaptación Marian
06 de
Diciembre del 2007 |